Crónicas

En Madrid… Puerta grande para Ginés Marín

Las Ventas. 25 de mayo de 2017. Casi lleno. Toros de Alcurrucén, anovillados, descastados y faltos de bravura, pero con movilidad, se acabó rajando el sexto.

Julián López El Juli: Oreja protestada y ovación tras aviso.

Álvaro Lorenzo, quien confirmaba alternativa: Ovación y ovación tras aviso.

Ginés Marín, quien confirmaba alternativa: Ovación tras aviso y dos orejas.

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La gente volvió a protestar la presencia del encierro, porque se vio más pequeño que muchas novilladas que se han lidiado en la primera plaza del mundo; el público lo hizo notar, es de esperar que se tome en cuenta.

El primero de la tarde para Álvaro Lorenzo, acudió al caballo de forma razonable. Tras unas banderillas puestas con algo de dificultad, empezaría la faena dando cabezazos y con la cara alta. Lorenzo se arrimaba pero no consiguió conectar con el tendido, el toro no permitió  la ligazón. Le desarmó con el capote y con la muleta. Al toledano le faltó colocación y casi siempre estuvo fuera de cacho. Mató de estocada entera.

Con un toro que poco acudía, pues el caballo parecía que no existiera, comenzó Lorenzo con El Segundo de su lote, una lidia falta de coherencia, pues el ejemplar era manso y con mucha querencia. En la faena de muleta consiguió ligar algunos muletazos sueltos por la derecha. Conectó de dicha forma muy poco con el tendido, y dió la impresión de que alargó mucho la faena. El manso no permitió que hubiera ninguna opción.

El primer toro para Julián López, acudiría al caballo, pero lo hacía con la cara muy alta. El tercio de banderillas fue nefasto, se pusieron de mala manera y los banderilleros no se cuadraron ante el astado. El Juli intentó bajarle la mano en los inicios de la faena, con la derecha, aunque de forma algo violenta. Más tarde se lo pasó al natural en torno a los medios. Le pudo hacer hilo en alguna ocasión, antes de llevárselo nuevamente a la mano diestra. Se coloca de forma adecuada durante la segunda parte de su faena. Los últimos pases fueron de calidad y llenaron al tendido, pero el conjunto de la faena estuvo marcado por la brusquedad, debido al cabeceo del astado y los pases poco templados. Tras una estocada caída vía su julipié, consiguió cortar una oreja tras cierta petición que a la postre sería portestada.

El segundo toro para El Juli fue presto al caballo estrellándose en el peto, que no es lo mismo que acometer, pero por el contrario, no acudió en banderillas, y fue un difícil tercio. En la faena, tuvo algunas buenas tandas con la derecha. De forma casi idéntica que en su primer toro. Pues con algo de brusquedad, consiguió extraer algunos buenos muletazos, a pesar de la mansedumbre y el mal genio del bovino. Seguidamente, con la mano izquierda pudo ligar alguna tanda, pero sin temple nuevamente. La faena se vino de más a menos, pero finalmente conecto con el público, el cual se ilusionó con los últimos latidos de la faena. Media estocada tras pinchar.

El primero de Ginés Marín saldría manso y con querencia. Tanto al caballo como en banderillas no anduvo presto, y dejó mucho que desear. La faena no dijo nada desde el principio, debido  al poco ritmo del astado, el cual no fue bravos y trotaba de forma permanente con la cara alta. Dió muy pocas opciones, y al término de su faena, pinchó en tres ocasiones para dar muerte al toro con el descabello.

El segundo del lote de Ginés Marín, que no acudió de forma notable en los primeros tercios, sería nuevamente algo descastado. Durante los inicios de la faena, auguraba el astado una fuerte subida en cuanto a fuerzas y movilidad, y la embestida tuvo calidad en los compases venideros. Cogió la muleta con la mano izquierda, y el público comenzó a prestar mucha atención al vuelo de la muleta, pues presagiaba algo grande. En efecto, la colocación de Ginés fue esencial, y cuadrado, le sometió con unos naturales sublimes, profundos y con mucha templanza y torería.

El público estaba enganchado, y se levantó de su asiento para aplaudir al término de cada pase de pecho del joven torero. En los últimos tiempos, la conexión era total, entre toro, torero y público, pero el éxtasis de la obra fue la estocada, certera y con calidad. Si ya se notaba en el ambiente la petición de oreja antes de que el estoque fuera dado, tras él, la petición fue mayor. Dos orejas para el joven torero que hoy se confirmaba, primera puerta grande Isidril.

Hoy se ha visto en Las Ventas la voluntad y actitud de dos jóvenes que confirmaban alternativa, y nos da muchas esperanzas pensar que éstos jóvenes son el futuro de la Fiesta. Gran Ginés Marín, abriendo la puerta grande de Las Ventas, en una tarde en la que hubo de todo, con unos toros mansos pero con movilidad. Creamos en los jóvenes, ellos han hablado ya. ¡Viva la Fiesta!

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@Duenases

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